La importancia del buen estado de los neumáticos

Los neumáticos son el único elemento del vehículo que nos mantiene en contacto con el asfalto y, a la vez, el que más descuidan los conductores

el 30/07/2015
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“Los neumáticos agarran más en seco cuanto más gastados están”, “los neumáticos, cuanto más anchos mejor” o “el coche consume menos cuanta más presión en los neumáticos” son algunas de las falsas creencias que tienen muchos conductores acerca de los neumáticos.

Como sabréis, los neumáticos son un elemento de seguridad activa de nuestro vehículo y son lo único que nos mantiene pegados al suelo. Lo que quizás no sepáis es que 1 de cada 100 accidentes están causados por el mal estado de los neumáticos y que, según un estudio de FESVIAL sobre el mantenimiento de los vehículos, más del 45% de los coches circulan con una presión inadecuada en sus neumáticos y más del 70% de los conductores no revisa el estado de los neumáticos. Del correcto estado de los neumáticos dependen la adherencia del vehículo al asfalto y su estabilidad. Además, la distancia de frenado aumentará si las ruedas están desgastadas o en malas condiciones, sobre todo con el terreno mojado.

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Lógicamente, los neumáticos sufren mucho desgaste. La vida media de una rueda, en distancia, está en torno a 40.000 o 50.000 kilómetros. Con ese kilometraje probablemente la superficie de la banda de rodadura esté más que gastada y deteriorada. Por tiempo, es recomendable sustituirlos a los 5 años después de montarlos -no 5 años después de su fabricación- aunque no se haya llegado al límite legal (1’6 mm de profundidad) y parezcan en buen estado, ya que se considera que han perdido gran parte de sus propiedades elásticas y de agarre.

Muchos pensaréis: ¿Y cómo sé yo cuándo han fabricado los neumáticos de mi coche? Es tan fácil como fijarnos en uno de los códigos que aparecen enmarcados en el flanco. Ese número de 4 dígitos que veis en la siguiente imagen es la fecha de fabricación. Los dos primeros dígitos hacen referencia a la semana en que se fabricó, y los dos siguientes dígitos indican el año. En este caso, el neumático que vemos se fabricó en la semana 14 del 2011, es decir, en abril de ese año.

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Por seguridad, nunca deberíamos llevar montados neumáticos con más de 10 años de antigüedad, aunque los hayamos puesto hace sólo un año. Aun sin usar las ruedas, el tiempo y las condiciones de almacenamiento y de conservación también hacen mella en el compuesto de la goma.

Como os decíamos, ante una frenada de emergencia, con unas ruedas desgastadas nuestro vehículo recorrerá muchos metros más hasta detenerse, pudiendo llegar a alcanzar e impactar contra el vehículo que nos precede. Con unas ruedas desgastadas, al tomar una curva, podemos perder completamente la estabilidad, la tracción y la adherencia de nuestro coche, provocando sobreviraje o subviraje, y pudiendo acabar empotrados contra un muro, un árbol o, peor aún, contra otro coche. Con unas ruedas desgastadas, no conducimos seguros. De igual forma, tampoco conducimos seguros con la presión inadecuada en los neumáticos, así que revisadla (en frío), seguid la información del fabricante, las especificaciones de vuestro vehículo e infladlas según el nivel de carga del mismo.

En sólo un par de días, con la entrada de agosto, volverán a producirse millones de desplazamientos por nuestras carreteras, como os comentábamos en entradas anteriores. Si eres uno de esos viajeros, no olvides revisar detenidamente tus neumáticos antes de partir, observando bien el desgaste y si es irregular, la profundidad del dibujo, posibles grietas o cuarteos y su fecha de fabricación. Y lo más importante: si es necesario, sustituidlas. No escatiméis en el calzado de vuestro vehículo.

En próximos artículos os contaremos más cosas sobre neumáticos. Mientras tanto, podéis echarle un ojo a este vídeo para que veáis lo que aumenta la distancia de detención en un coche con zapatos viejos.

En la carretera no os la juguéis y vigilad vuestros neumáticos.

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Escrito por Instituto IUMET
IUMET surge como Centro Experimental e Investigador para el Estudio y Reconocimiento de Conductores en colaboración con el INTRAS de la Universitat de València mediante un convenio de asesoramiento científico-técnico.

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